Desde el paso de la Plaça de Baix, queda aproximadamente medio kilómetro para la llegada de la Hermandad hasta Santa María.

Son los momentos más duros, ya que la mayor parte de la estación de penitencia ya se ha realizado, y eso pesa en los hombros de los pilares de la Hermandad.

Gran importancia tiene el paso ajustado por la Corredera, ya que desde la remodelación de esta calle el trono pasa verdaderamente ajustado.

También tienen gran dificultad las curvas hacia la Calle Victoria y la calle San Jaime ya que, debido a las dimensiones del trono, es muy difícil realizar la curva sin que los pilares se suban a las aceras de las calles.

La Plaza de la Fregassa, la calle Obispo Tormo y la Calle Fira hacen que el final del recorrido sea realmente majestuoso.

Solo quedaría la curva hacia la fachada principal de la Basílica de Santa María y la entrada a la misma de la misma forma que se ha iniciado la procesión en la carpa de San Agatángelo, con el Himno de España.