Un largo camino
El
primer tramo del trayecto es el más duro, suerte
que es el primero. Los más de trescientos metros
de Capitán Antonio Mena tienen pendiente ascendente
y parece que nunca terminen. Lo mejor es que estamos frescos
y es la primera parte del recorrido.
Cuando
llegamos a Reina Victoria, se realiza un giro a la derecha,
para enfilar dicha calle hasta que lleguemos a la plaza mayor.
A partir de aquí el recorrido es prácticamente
una línea recta de aproximadamente un kilómetro
hasta la calle Victoria, lugar donde tendrá lugar la
segunda curva del trayecto.
La
estación de penitencia por la calle Reina Victoria
toma todo el esplendor de una gran calle libre de coches
para nosotros solos, con cada vez más gente en la
calle que viene a esperar a Mater Desolata.
Los pilares portan a nuestra madre con elegancia hasta el puente de canalejas, donde se descansa brevemente pero sin abandonar sus puestos y se preparan para entrar en la plaza Mayor donde una multitud de gente la acogen. |